La Palabra de Dios dice en el Salmo 41: 1ª : “Bienaventurado el que piensa en el pobre”, y la idea de este texto es: Entender o tener empatía con los que están indefensos y no pueden cuidarse a si mismo. Y nosotros observando la situación que están pasando muchas personas pobres incluyendo hermanos que también viven en extrema pobrezas a los cuales se le ha agravado su situación a causa de la pandemia del Covi 19 y su variante Ómicron, hemos sido movido a misericordia para ayudarles en esta situación calamitosa en que están viviendo. Estas situaciones mencionadas nos llevado a construirles pequeñas casas principalmente a madres que están criando sus hijos solas por diferentes razones, y llevar alimentos a las personas más desprotegidas en la frontera entre Haití y la Republica Dominicana a través de las iglesias locales de esas comunidades, y seguir ayudando al orfanato Shekinah que tenemos en Haití. Nuestro Señor, a través de este trabajo nos ha abierto una puerta para predicar el Evangelio en estas comunidades. A Él sea la Gloria.